Había una vez un campesino, un ingeniero y un abogado…

In by Andrea Pira

De los nueve miembros del Comité Permanente del Politburó que constituyen el verdadero núcleo del poder en China, ocho tienen la misma profesión. Solamente uno de ellos -Li Keqiang- no es ingeniero. Desde que el desarrollo vertiginoso de China comenzó en los años ochenta, sus máximos líderes han tenido todos un perfil técnico y científico. Eso podría cambiar ahora, ya que la nueva generación de líderes develada en el actual Congreso del Partido podría traer entre sus filas a abogados, economistas e incluso un historiador.
Si la generación anterior de la nomenklatura comunista se formó estudiando ciencias exactas y trabajando luego en grandes empresas y proyectos públicos, bajo el ideal soviético de la industrialización estatal como signo de desarrollo y poder del sistema comunista, la quinta generación que está a punto de tomar las riendas del poder presenta una perspectiva diferente.

Los posgrados en derecho de Xi Jinping y de economía de Li Keqiang, muy probablemente futuros presidente y primer ministro respectivamente, atestiguan que el mundo moderno en el que China se está insertando como un jugador crucial requiere mayores capacidades gerenciales y administrativas. De hecho, Li Keqiang será el primer ministro con más títulos universitarios desde la fundación de la República Popular, puesto que también es abogado, posee un master en la misma materia y un posgrado en economía.

Desde la consolidación en el poder de Deng Xiaoping, el Partido Comunista comenzó a delinearse como cuna de una nueva tecnocracia y cada Congreso del Partido ha visto como los nuevos dirigentes poseen más títulos universitarios y en más variados campos de la ciencia que sus antecesores.

La transición del campesino-soldado, que combatió y ganó la guerra civil que terminó en 1949, hacia el ingeniero-político, que comenzó su carrera en las empresas públicas para, tras la muerte de Mao Zedong, pasar a la política, culminará en la década de los noventa. Un ejemplo característico de este último grupo es el ex presidente Jiang Zemin, quien tras graduarse en ingeniería eléctrica trabajó en una fábrica de autos de la Unión Soviética y también dirigió el Ministerio de Industrias Electrónicas.

En este año nos encontramos ante una situación muy similar, pero con una transición esta vez a un grupo donde prevalece la ingeniería social y financiera, y que al mismo tiempo aspira a lograr una mayor cohesión social. Además de Xi Jinping y Li Keqiang, podemos contar en este grupo a Wang Qishan, historiador y antiguo funcionario de dos bancos estatales, a Liu Yunshan, quien tomó cursos de administración pública en la escuela del Partido, y a Li Yuanchao, profesor de matemáticas y con un master en economía. Los dos primeros son firmes candidatos a obtener un puesto en el Comité Permanente.

Este cambio también acerca a China al panorama político en el resto del mundo, donde abogados, economistas y hombres de negocios forman casi la mitad de los políticos profesionales, según una investigación de The Economist. En las democracias, los abogados dominan ampliamente, en parte gracias a la importancia de debatir, persuadir y negociar frente a la opinión pública. Por ejemplo, en Estados Unidos la mitad de los senadores son abogados, al igual que el presidente, su vicepresidente y buena parte de su gabinete.